La globalimbecilización
es un proceso de deterioro constante y uniforme en el plano intelectual y moral de las sociedades que habitan el primer mundo. La inmediatez de las comunicaciones y la rapidez de la tecnología favorecen que los idiotas y los tontos tengan mayor eco y más ejemplos donde mirar. La emulación y el gregarismo, tan propios del ser humano, hacen el resto.
Pensar es, cada vez más, un lujo. Repetir mensajes con una militancia agresiva es el modo en que un idiota medio se siente globalmente integrado.
En este libro encontrarás una mirada inteligente, personalísima, a contracorriente y algo cabrona que, además, esconde un discurso coral, que intenta desenmascarar la estupidez y la mentira que suele encerrar lo pretendidamente complejo. Otro barco a la deriva, otro fin decadente, otra nave espacial que nos salva a nosotros mismos de nada. Porque lo curioso es que, este fenómeno, tan endógeno como manipulable, arrasa a su paso cualquier indicio de victoria profana.
Globalimbecilización
es llamar al carajillo coffee dark Hot Evil
y creerse moderno.